miércoles, 16 de enero de 2019

Ciudades medievales

Las ciudades medievales estaban rodeadas de altas murallas para su protección. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su propia parroquia. El resto del espacio estaba ocupado por un enjambre de calles estrechas y tortuosas, entre las que, en ocasiones, había pequeños huertos.Disponían de un gran espacio abierto, la plaza del mercado, donde los comerciantes y campesinos instalaban sus tenderetes y en el que tenían lugar los principales acontecimientos de la ciudad


                                          ciudad medieval

                             
Mientras el sistema feudal se basaba en la producción agraria y no necesitaba ni moneda ni de los intercambios comerciales porque se abastecía, el sistema de los burgos se orientó hacia la producción de mercaderías y al comercio. Los artesanos se especializaron e incorporaron a sus productos nuevos materiales que venían de tierras lejanas. Las ciudades eran centros de producción e intercambio. La gente buscaba en sus mercados los productos locales, pero también los importados. Muchos mercaderes comenzaron a montar flotas para ir a buscar esos productos y aunque los viajes eran bastante peligrosos por la amenaza de los piratas, valía la pena arriesgarse porque las ganancias eran enormes.Pocas calles estaban empedradas, por lo que se caminaba entre el barro. Las ciudades carecían de alcantarillas y los desperdicios de las casas se arrojaban directamente a las calles. Por ellas correteaban también los animales domésticos (gallinas, cerdos, etc.) que poseían algunos habitantes.

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